Con extremo cuidado los pobladores detallan la imagen que representa su más grande orgullo y lo plasman contento, porque así se sienten ellos de que alguien del lugar haya logrado llegar a ser presidente.
"Ya se va a encontrar con la banda presidencial y muchas cosas representativas de la comunidad", dice Carlos Paz, quien pintó el mural.
Con el mismo entusiasmo los habitantes de Tepetitán, en el estado de Tabasco, organizaron rifas, kermeses y donaciones para obtener recursos, compraron materiales, pinturas y regalaron su tiempo para embellecer cada rincón del pueblo, donde hace 65 años nació el quien a partir del sábado será presidente de México.
"…este lo llevo y se llama el 'buen ciudadano'", dice.
Raúl Pérez aún guarda los libros que leía con su amigo Andrés Manuel. Iban juntos a la primaria cuenta, y compartía su pasión por el beisbol, por eso, en el idioma en el que se entendían en aquellos dias, le pronosticó un buen partido durante su gestión.
"De ahí se va a enviar strike y strike hasta el home y como decía a planchar la impunidad, la inseguridad, la falta de desarrollo de México, la desigualdad , la inseguridad", dice Pérez.
"Queremos verlo con el águila en el pecho, apoyando al campesino".
Con toda la fuerza que pueden guardar sus pulmones, don Andrés García le cantó a su tocayo; él ya era policia cuando López Obrador era un niño, pero dice que siempre siguió su carrera con la esperanza de verlo triunfar.
"Tanto que le rogué yo a mi dios, a mi padre para que llegara, porque el pobre tanto luchó y nunca había podido, hasta que se le hizo", dice García.
En tanto, en la capital mexicana también se prepara un gran festejo para el sábado. El corazón del país se llenará de música y colores para la gente que acompañará al nuevo presidente.
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En Tepetitán, la verbena será como nunca, celebrarán en cada casa, en las 9 calles que conforman el pueblo, en la escuela en la que nació el amor de López Obrador por la historia y en la cancha donde las nuevas generaciones jugarán en su honor.
