Se retira a deliberar el jurado en caso contra Áurea Vázquez

El jurado está compuesto por siete hombres y cinco mujeres.

El jurado del caso federal contra Áurea Vázquez Rijos y otros dos acusados por el asesinato de su esposo Adam Anhang ocurrido en 2005 en el Viejo San Juan, se retiró a deliberar el martes.

Esto, luego que el juez Daniel Domínguez impartiera las instrucciones al jurado de siete hombres y cinco mujeres.

El lunes, tanto la Fiscalía Federal como la defensa de los acusados presentaran los argumentos finales. Los fiscales a cargo del caso, José Ruiz Santiago y Jennifer Hernández pidieron a los integrantes del jurado que emitan un veredicto de culpabilidad contra los tres acusados.

Según se ha explicado, el veredicto de este caso debe ser unánime. De no ser así, se tendría que convocar un juicio con un nuevo jurado.

Los otros dos acusados, son Marcia Vázquez, quien es hermana de Áurea y José Ferrer Sosa. El trío encara acusaciones por conspirar para usar una facilidad del comercio interestatal para ultimar a Anhang, quien era un empresario canadiense y que tenía 32 años al momento de su muerte.

La defensa de Áurea recayó en los abogados Lydia Lizarribar y Francisco Adams. Mientras, Ovidio Zayas Pérez fue el abogado de Ferrer Sosa y la hermana de Áurea fue representada por Artemio Rivera y Fernando Zambrana. Éstos solicitaron el lunes al jurado que absuelvan a sus representados, pues la Fiscalía Federal no pudo probar el caso, ni tampoco pudo probar la jurisdicción en el caso.

Justifica no haber regresado a Puerto Rico

Vázquez Rijos trató le jueves de justificar el no haber regresado a Puerto Rico tras ser acusada formalmente, por el avanzado estado en que se encontraba durante su difícil embarazo.

La viuda, su hermana Marcia y el exmarido de esta, José Ferrer, están acusados de conspiración para asesinar a Anhang Uster, un empresario que firmó en 2005 un acuerdo prematrimonial con Áurea que establecía que en caso de fallecer uno de los cónyuges el superviviente se quedaría con el 30 % del patrimonio del otro.

La acusada indicó, en respuesta a las preguntas de su abogada, Lydia Lizarribar, en una nueva jornada del mediático juicio, que en el verano de 2008 no regresó a Puerto Rico, en el momento en que fue acusada de conspirar para el asesinato de Anhang Uster, por la situación de su embarazo.

Vázquez Rijos aseguró que después tampoco fue posible a causa de los problemas de salud de sus hijas gemelas y de las trabas legales que tenía para abandonar Italia debido a la oposición del padre a que las pequeñas dejaran el país.

Áurea aseguró que en 2008 se presentó ente la Policía de Florencia, pero que no recibió comunicación de autoridades estadounidenses o de Puerto Rico y que no había contra ella orden de arresto alguna.

Según su relato, llegó a comprar un billete de avión para viajar a Puerto Rico, pero su embarazo fue muy complicado debido a los problemas de uno de los fetos.

La abogada de la acusada llegó a mostrar en un momento dado una copia del pasaje de avión con fecha del 30 de junio de 2008, lo que demostraría su intención de cumplir con la Justicia.

Tras el nacimiento de las niñas relató que nuevos problemas surgieron, ahora debido a que el padre se negaba a que salieran de Italia.

La acusada, tras separarse del padre de sus hijas, se fue entonces a vivir cerca de la comunidad judía de la ciudad de Florencia, hasta 2012.

Indicó que comenzó a recibir amenazas de secuestrar a sus hijas, además de reconocer que aportó documentos falsos a la comunidad judía en su deseo de unirse a ese grupo religioso.

Con el objetivo de probar su ascendencia judía viajó a las Islas Canarias (España) en 2011, aunque no pudo encontrar la documentación que buscaba sobre sus antepasados.

Durante su testimonio, la defensa presentó una carta escrita por Adam Anhang, la cual dejó en la almohada de Áurea solo días antes de su asesinato, cuando ella se enfrentaba a citaciones por haber atropellado a una señora. 

"Querida Áurea: Me siento tan bendecido de estar contigo. Como dice al frente de esta tarjeta, siento que solo una vez en un milenio un hombre como yo tiene la oportunidad de estar con una mujer como tu. Te quiero mucho y se que aunque esta semana será difícil vas a prevalecer mental y emocionalmente. Con todo mi amor, Adam", escribió el hombre.

Testifica la acusada

Vázquez Rijos renunció el miércoles a su derecho constitucional de guardar silencio y testificó en el juicio en su contra. 

"¿Le pidió alguna vez por alguien para matar a su esposo?", le preguntó su abogada Liza Lizarribar.  "No. Absoultamente no", dijo Vázquez Rijos. Negó además conocer a Alex "el loco" Pabón, quien confesó haber cometido el asesinato. 

Durante su testimonio, la mujer describió su relación con Anhang. 

"Era un hombre maravilloso. Un hombre bien bueno al que amé muchísimo", dijo la mujer sobre Adam Anhang. "Adam y yo teníamos una vida sexual muy activa. Era un lazo difícil de romper. Yo sabía que no se iba a poder alejar", alegó. 

En sala había familiares de la víctima y de la acusada, incluyendo a su hija menor a la que concibió estando presa en España. 

El cuñado de Áurea, José Ferrer Sosa, dijo el martes en el Tribunal Federal que Adam Anhang le había prometido el negocio Pink Skirt que pertenecía en ese entonces a la hoy acusada, pero era financiado por el empresario canadiense.

Ferrer Sosa, excuñado de Vázquez Rijos y coacusado por el asesinato de Anhang, declaró el lunes que tras el asesinato sintió que perdió, pues pensó que se quedaría sin el negocio.

Sin embargo, durante el contrainterrogatorio este martes, fiscalía intentó plantear que el hombre se beneficiaría de la muerte del empresario.

Ferrer Sosa trabajaba como cocinero del lugar.

Durante el contrainterrogatorio, también se le cuestionó el préstamo de $15,000 que le hizo a su entonces suegra, dinero que obtuvo como parte de una herencia, pues para ese tiempo era jardinero.

El hombre intentó cobrar el dinero cuatro años más tarde mediante correos electrónicos, pero solo le devolvieron $500, según trascendió.

Anhang Uster poseía un negocio inmobiliario que en el acuerdo prematrimonial fue valorado en $24 millones, lo que significa que Áurea, si fallecía su marido, se embolsaría $8 millones. 

El empresario, que quería divorciarse, fue asesinado en una calle del casco histórico de la capital puertorriqueña a manos de Alex Pabón, quien lo apuñaló y golpeó en la cabeza con una piedra, cerca de la medianoche del 22 de septiembre de 2005, tal y como confesó en este juicio, donde aclaró que fue contratado por los acusados.

Mira la programación en vivo aquí 

Mira la programación en vivo aquí

Contáctanos