Ir al dentista… ¿para curar la depresión?

Ir al dentista... ¿para curar la depresión?

Suena descabellado pero la ciencia ha demostrado que no lo es. Los tratamientos odontológicos pueden ser una cura rápida para ciertos episodios depresivos debido al efecto que tiene el llamado gas de la risa –la mezcla de óxido nitroso y oxígeno- utilizado para el dolor y la ansiedad que provocan las visitas al dentista.

Los estudios iniciaron tras analizar el comportamiento de algunos adictos a las drogas, que utilizan el gas de la risa porque entre los efectos que les produce están la euforia, la desorientación y la sedación leve. Sin embargo, fue la ketamina –otro sedante utilizado por los dentistas- la sustancia que alentó las investigaciones sobre los efectos antidepresivos.

Un número cada vez mayor de estudios han probado que cuando se aplican bajos niveles de ketamina se obtiene un efecto antidepresivo rápido y potente en pacientes que tenían un historial de depresión severa e inflexible.

Al igual que la ketamina, el óxido nitroso combate las reacciones depresivas, por lo que en un trabajo conjunto psiquiatras y anestesiólogos de la Universidad de Washington en St. Louis determinaron que su efecto es mucho menos adictivo que aquella, además de que tiene menores efectos secundarios.

Lo que está claro es que el óxido nitroso es "una droga mucho más benigna" que la ketamina, que tiene cualidades adictivas claras, estable el reporte firmado por Peter Nagele, doctor en Anestesiología de la Universidad de Washington.

A partir de estos resultados, ahora podemos encontrar nuevos beneficios a las visitas al dentista, ya que además de lucir una hermosa sonrisa, la depresión quedará en el olvido.

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