La reacción de Obama ante abucheos

WASHINGTON - Estados Unidos entró este lunes en la recta final de la campaña de las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo martes y que, según los sondeos de opinión, no pintan nada bien para el Partido Demócrata del presidente Barack Obama. Los comicios determinarán el partido que controlará la Cámara de Representantes, el Senado y los asientos de treinta y seis gobernadores estatales durante los últimos dos años de Obama como inquilino de la Casa Blanca.

Este fin de semana e inmerso en plena campaña, el presidente dio un discurso en Connecticut que se tornó algo polémico, pues no lo dejaron terminar ya que fue interrumpido hasta en seis ocasiones.

Pero el presidente hizo uso de su temple y paciencia y simplemente guardó silencio, dejó a los manifestantes gritar y cuando terminaron, volvió con su discurso.

No hay duda que las cosas están que arden y los electores reclaman al presidente qué está pasando con la reforma migratoria. Nadie parece dudar en este país de que la Cámara de Representantes previsiblemente continuará en manos republicanas. La gran batalla electoral, pues, se vislumbra en el Senado, donde se elige un tercio de los escaños y donde a los conservadores les bastan seis escaños más para arrebatar la mayoría a los demócratas. Aunque Obama no se presenta directamente a las elecciones, el veredicto de las urnas será el mejor termómetro para medir el sentir del electorado, que tradicionalmente suele dar la espalda al partido gobernante en este tipo de sufragios. A dos días de los comicios, un nuevo sondeo confirmó la impopularidad del presidente, cuya participación en la campaña para el Senado ha sido casi invisible, sólo apareció en sólidos feudos demócratas, para no socavar a los candidatos de su partido.

Contáctanos