HOUSTON – Este miércoles en la tarde, cuando el reloj marque las 6 p.m. las autoridades penitenciarias de Texas pondrán a correr una dosis de pentabarbitol por las venas de Arnold Prieto, condenado a muerte por el asesinato de tres ancianos en el área de San Antonio en 1993.
Se espera que Prieto muera en los siguientes 15 minutos, una vez el compuesto químico haya hecho efecto sobre su sistema cardiaco.
Prieto se convertirá en el primer reo ejecutado en Texas en el 2015, así como el primer hispano en pasar por el pasillo de la muerte este año.
Prieto, de 41 años y originario de Portales (Nuevo México), fue sentenciado por la muerte de tres ancianos de 90, 72 y 65 años de edad a quienes los apuñaló y luego les robó dinero y joyas.
De acuerdo con el récord criminal, Prieto –junto con otras dos personas- apuñalaron a Rodolfo (72 años) y Virginia Rodríguez (62 años) y a Paula Morán (90 años), después de haberles ofrecido desayuno esa mañana de septiembre.
La pareja víctima operaba un negocio de cambio de cheques desde su casa.
La cárcel de Huntsville (Texas) donde está el pasillo de la muerte.
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Por este mismo hecho, Jesse Hernández fue condenado a cadena perpetua debido a que era menor de 17 años, mientras que la justicia exoneró a Guadalupe (hermana de Jesse) por falta de evidencia.
En una declaración –en su momento- Prieto reconoció estar drogado al momento del incidente.
