SAN ANTONIO – Un horrendo asesinato ocurrido en San Antonio estaría más cerca de ser resulto a raíz del arresto de un sospechoso.
El cuerpo de Javier Soto, de 43 años, fue encontrado decapitado, con las manos mutiladas y ardiendo en llamas la madrugada del 21 de agosto, 2016, en el basurero de los Marigold Apartments, ubicados al sureste de la ciudad en 2300 Goliad Road.
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Tras el hallazgo, la policía reveló varias imágenes de un sospechoso que fueron captadas por las cámaras de vigilancia del lugar y ofreció una recompensa por información que ayudara a identificarlo.
Sin embargo, no hubo avances en la investigación hasta este 2 de abril, cuando Jorge Alberto Rivera fue arrestado en el condado Kinney.
Una declaración jurada detalló que Rivera, de 39, era el pasajero de un vehículo en el que, a parte del conductor, también iban seis migrantes indocumentados.
El documento añadió que un patrullero del Departamento de Seguridad Pública de Texas detuvo al chofer por violaciones a las leyes de tráfico, pero él y Rivera luego confesaron que se dedicaban al contrabando de migrantes indocumentados.
No obstante, Rivera después siguió hablando y admitió haber sido la persona que le quitó la vida a Soto en 2016, de acuerdo con la declaración.
Según el informe, Rivera ofreció detalles sobre el móvil del brutal asesinato, la manera en que Soto fue privado de su vida, las condiciones en las que el cadáver fue encontrado, y cómo se deshizo del cuerpo, incluyendo datos que solo el detective a cargo del caso conocía.
El sospechoso, además, habría admitido ser la persona que mostraban las fotografías difundidas por la policía tras el asesinato.
Rivera fue extraditado a San Antonio este lunes, donde permanece bajo arresto en la Cárcel del Condado Bexar por un cargo de asesinato y una fianza de $300,000, de acuerdo con registros del magistrado.
