SAN ANTONIO - La población de presos en el condado Bexar se redujo en unos 655 confinados. Algunos fueron liberados tras no haber cometido crímenes violentos y cerca de 200 fueron trasladados a otras prisiones de Texas, informó este jueves el alguacil Javier Salazar.
El proceso para disminuir la cantidad de presos se hizo en conjunto con la policía y jueces del condado Bexar, según se indicó.
Esta decisión se tomó como medida preventiva para evitar la propagación del COVID-19 en la instalación carcelaria.
Por otro lado, Salazar explicó que la disminución en la cantidad de presos le ahorra al condado más de $32,000 diarios. En parte, debido a que se reduce la paga de tiempo extra a los oficiales de prisión.
La población original de reclusos rondaba los 3,820, mientras que ahora se acerca a los 3,198, de acuerdo con cifras ofrecidas por las autoridades.