SAN ANTONIO - El Distrito de Salud Metropolitano emitió una directiva de salud enmendada para el próximo año escolar que brinda orientación para el reinicio gradual de la instrucción en persona.
La directiva se aplica a todas las escuelas públicas y privadas, desde el jardín de infantes hasta el grado 12.
San Antonio y el condado Bexar se encuentran actualmente en la zona roja. A mediados de mayo, el 3.8 por ciento de los casos de COVID-19 ocurrieron entre personas menores de 18 años. El porcentaje ha aumentado constantemente durante la pandemia y el 12.2 por ciento del total de casos se encuentra ahora entre los menores de 18 años.
Las siguientes fases se describen en la directiva sanitaria:
Zona roja
No se recomienda la instrucción en persona durante la zona roja. Los servicios auxiliares que no impliquen un contacto cercano prolongado (a menos de seis pies, durante 15 minutos o más) deben proporcionarse uno a uno a los estudiantes con necesidades especiales, estudiantes en riesgo y estudiantes que no tienen acceso a recursos.
Zona amarilla
La instrucción en persona, si se ofrece, da prioridad a los estudiantes con necesidades especiales, los estudiantes en riesgo y los estudiantes que no tienen acceso a los recursos. La ocupación del edificio y de la habitación debe depender de la ventilación adecuada y la capacidad de crear una distancia de seis pies. La ocupación del edificio y de la habitación no debe exceder el 25 por ciento.
Zona verde
La instrucción en persona debe llevarse a cabo con la orientación de los CDC para una transmisión comunitaria mínima a moderada. Esto debe incluir el distanciamiento físico de niños mayores y adultos, higiene frecuente de las manos y cubrirse la cara durante actividades de alto contacto.
Por otro lado, se indicó que en cualquiera de las fases el personal y los estudiantes deben quedarse en casa cuando estén enfermos sin enfrentar consecuencias negativas por quedarse en casa. Las personas sintomáticas deben ser remitidas para que se realicen la prueba.
Además, cada distrito o sistema escolar debe crear un panel COVID-19 que, como mínimo, incluya un estudiante, un maestro, un padre, un miembro del personal no docente (es decir, mantenimiento, conserjería, servicio de alimentos), una enfermera escolar, un pediatra o un proveedor de atención médica y un representante de recursos humanos.