DEL RÍO, Texas — Muchos migrantes haitianos acampados en un pequeño pueblo fronterizo de Texas están siendo liberados en Estados Unidos, dijeron el martes dos funcionarios estadounidenses, a pesar de las declaraciones públicas del gobierno de Joe Biden de que las miles de personas asentadas en la zona se enfrentaban una expulsión inmediata.
Los haitianos han sido liberados “a una escala muy muy grande” en los últimos días, según un funcionario que situó la cifra en miles. La fuente, con conocimiento directo de las operaciones, habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a discutir el asunto en público.
Muchos han quedado libres con un aviso para acudir en una oficina de inmigración en el plazo de 60 días, una solución que requiere menos tiempo de procesamiento para los agentes de la Patrulla Fronteriza que ordenar una aparición ante una corte migratoria, y apunta a la velocidad con la que se están moviendo las autoridades, apuntó el funcionario.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email.> Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo San Antonio aquí.
El Departamento de Seguridad Nacional ha estado transportando en bus a los haitianos desde Del Río a El Paso, Laredo y el Valle del Río Grande, a lo largo de la frontera de Texas, y esta semana incluyó vuelos a Tucson, Arizona, explicó la fuente. Los migrantes están siendo procesados por la Patrulla Fronteriza en esos puntos.
Un segundo funcionario, también con conocimiento directo del asunto y que habló bajo condición de anonimato, señaló que una gran cantidad de haitianos estaban siendo procesados conforme a la ley migratoria y no estaban embarcando en los vuelos de deportación a Haití que comenzaron el domingo. El funcionario no pudo ser más específico con respecto a la cifra.
En los últimos días, las autoridades estadounidenses se esforzaron para encontrar autobuses a Tucson, pero recurrieron a los vuelos al no poder encontrar contratistas de transporte suficientes, dijeron ambos funcionarios. Aviones de la Guardia Costera llevaron a los haitianos desde Del Río a El Paso.
Las liberaciones en Estados Unidos se produjeron a pesar de los indicios de un masivo esfuerzo para expulsar a los haitianos en vuelos a su país bajo la autoridad derivada de la pandemia que niega a los migrantes la oportunidad de solicitar asilo. Un tercer funcionario no autorizado a discutir el operativo en público dijo que está previsto que, a partir del miércoles, haya siete vuelos diarios a Haití.
Los relatos de liberaciones masivas —algunas presenciadas por reporteros de The Associated Press en la estación de buses de Del Río— son lo contrario a las declaraciones realizadas en la víspera por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien viajó a la ciudad para prometer una respuesta rápida.
“Si vienes a Estados Unidos de forma ilegal, será deportado, su viaje no tendrá éxito y estará poniendo en peligro su vida y la de su familia”, afirmó Mayorkas en una conferencia de prensa el lunes.
Las liberaciones se producen en medio de un rápido operativo para vaciar el campamento instalado bajo un puente que, según algunas estimaciones, durante el din de semana albergó a más de 14,000 personas en una ciudad de 35,000 habitantes. El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo señaló una visita a Del Rio el martes que la principal autoridad del condado le dijo que el conteo más reciente del asentamiento era de unas 8,600 personas.
Los criterios para decidir quiénes son deportados a Haití y quienes quedan libres en suelo estadounidense no estaban claros, pero los dos funcionarios apuntaron que la prioridad para los vuelos de expulsión eran los adultos solos.
El Departamento de Seguridad Nacional no respondió de inmediato a una petición de comentarios el martes en la noche.
Mientras tanto, México ha comenzado a transportar por autobús y avión a los migrantes haitianos en la frontera con Estados Unidos, dijeron las autoridades el martes, lo que indica un nuevo nivel de apoyo al gobierno estadounidense, ya que el campamento presenta para Biden un desafío humanitario y cada vez más político.
México ha ayudado en momentos clave antes. Intensificó las patrullas para evitar que menores centroamericanos no acompañados llegaran a la frontera de Texas en 2014, permitió que miles de solicitantes de asilo esperaran en su territorio para audiencias en los tribunales de inmigración de Estados Unidos en 2019 y, apenas el mes pasado, comenzó a deportar a migrantes centroamericanos a Guatemala, después de que la administración de Biden los trasladara al sur de México.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, dijo el martes que habló con su homólogo estadounidense, el secretario de Estado Antony Blinken, sobre la situación de los haitianos. Destacó que la mayoría de ellos ya tenían estatus de refugiados en Chile o Brasil y no lo buscaban en México.