NEW BRAUNFELS, Texas – Después de pasar 351 días postrado a una cama de hospital por complicaciones relacionadas al COVID-19, un hombre hispano finalmente pudo regresar a su hogar con su familia.
Mark Miranda, de 50 años, dio positivo a la enfermedad el 10 de febrero, 2021, pero tuvo que ser ingresado al CHRISTUS Santa Rosa Hospital seis días después debido a la gravedad de su condición.
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“Ha sido difícil”, afirmó Miranda. “Fue terrible, terrible. Gracias a Dios estoy aquí”.
El hombre estuvo en la sala de cuidados intensivos durante ocho de los 12 meses que pasó internado, pues desarrolló infecciones y otras complicaciones. Además, tuvo problemas para respirar, por lo que también estuvo conectado a un ventilador.
Y aunque Miranda ya fue dado de alta, él sigue un estricto tratamiento de recuperación que incluye constantes citas médicas.
No obstante, el hombre aseguró que su fe es lo que le permitió sobrevivir al COVID-19 y se mostró agradecido por tener una nueva oportunidad de vida para compartirla con su familia.
“Oren, tengan fe y pongan a Dios primero porque si no fuera por Dios, yo no estaría aquí”, fue el mensaje que Miranda envió a otros pacientes.
