SAN ANTONIO – El fiscal de distrito Joe D. Gonzáles indicó que al momento es muy temprano para decir si autoridades buscarán la pena de muerte en los asesinatos de Savanah Soto y Matthew Guerra.
Durante una conferencia de prensa, el jefe del Departamento de la Policía de San Antonio, William McManus, indicó que tanto Soto como Guerra vendían narcóticos utilizando sus celulares para “realizar gran parte de sus negocios”.
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Asimismo, se indicó que oficiales han recuperado el arma de fuego que se cree se utilizó para cometer los crímenes en la casa del sospechoso, identificado como Christopher Preciado, de 19 años. Al momento, su padre, Ramón Preciado, solo está siendo acusado de intentar deshacerse del cadáver y creen que no ayudó a cometer los asesinatos.
Gonzáles pidió a la comunidad darle tiempo al Departamento de la Policía de San Antonio para completar la investigación y recordó que tienen 90 días para procesar estos casos.
“Tenemos que tomar las cosas una por una…es muy temprano para decir si se trata de un caso de pena de muerte”, dijo Gonzáles. Según los documentos de corte, una transacción de drogas pudo haber sido la causa del asesinato, ambos hallados dentro de un auto un día después de Navidad en San Antonio.
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Según los documentos judiciales, ambas víctimas tenían heridas de bala en la cabeza y el hombre también tenía aparentes marcas de arrastre en la espalda. Se creía que la mujer y el hombre fueron asesinados en un lugar diferente y el vehículo fue llevado al complejo de apartamentos.
En medio de una investigación, autoridades hallaron a los sospechosos identificados como Ramón Preciado, de 53 años y Christopher Preciado, de 19 años.
Christopher Preciado informó que la pareja condujo hasta su residencia en Charlie Chan Drive para venderle marihuana, de acuerdo con documentos judiciales.
La orden de arresto indica que Christopher Preciado ofreció versiones que no coincidían con la evidencia. Según autoridades, el sospechoso les dijo que Guerra le apuntó con un arma y que pudo manipularla, lo que provocó que le dispararan a la mujer.
Tras el disparo, el sospechoso dijo que Guerra presuntamente le apuntó el arma a él nuevamente, pero que pudo manipular el arma nuevamente, lo que provocó que el hombre recibiera un disparo.
Los oficiales indicaron que la evidencia no es consistente con la declaración. Su padre fue acusado de intentar esconder un cadáver y Christopher Preciado de asesinato. Ambos se encuentran en la cárcel del condado Bexar.
