El jefe de la policía de la ciudad de Uvalde, Daniel Rodríguez, presentó su renuncia a darse a conocer un reporte que exoneraba a los oficiales que respondieron durante la masacre en la Escuela Primaria Robb.
Rodríguez no estaba en Uvalde el 24 de mayo de 2022 debido a que se encontraba de vacaciones cuando un atacante armado entró a la escuela. El ataque dejó 19 estudiantes y dos maestras muertas.
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Rodríguez había asignado al teniente Mariano Pargas como jefe interino ese día.
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“Con emociones encontradas presento mi renuncia a mi puesto como jefe de Policía de la ciudad de Uvalde, a partir del 6 de abril de 2024. Después de mucha contemplación y consideración, creo que es hora de embarcarme en un nuevo capítulo en mi carrera profesional”, lee la carta de renuncia de Rodríguez.
Tras la masacre, Rodríguez continuó trabajando como jefe de la policía. En una entrevista con Telemundo 60 San Antonio, el exjefe relató que, tras su llegada a Uvalde al día siguiente, se encontró con medios noticiosos de todo el país, autoridades estatales, federales y rostros conocidos que, en medio del dolor, le pedían explicaciones.
“Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a todos mis colegas y miembros del equipo por su inquebrantable apoyo, profesionalismo y dedicación a nuestra misión de servir y proteger a la comunidad. Ha sido un privilegio trabajar junto a personas tan talentosas y comprometidas, y extrañaré muchísimo nuestras colaboraciones y camaradería”, dice la carta.
Por su parte, la ciudad de Uvalde indicó que el subjefe de policía Homer Delgado será nombrado jefe de policía interino.
¿Qué dice el reporte de la investigación privada?
La pasada semana se dio a conocer detalles sobre una investigación independiente en la que se indica que la falta de acción de la policía se dio en parte por tratar de controlar a la multitud que intentaba entrar al plantel.
El concilio de Uvalde se reunió la tarde del jueves junto al investigador privado Jesse Prado, un detective retirado de Austin, para discutir las fallas y recomendaciones tras la masacre que dejó dos maestras y 19 estudiantes muertos.
Prado fue contratado en julio de 2022 para investigar a los oficiales y las personas que trabajaron durante la masacre.
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Aunque sí reiteró que hubiese recomendado que el teniente Pargas se retirara del puesto, ya que era el responsable de la respuesta policiaca, dijo que nunca hizo un centro de comando y en parte la falla se debió a que los oficiales intentaban controlar la multitud que trataba de entrar al plantel escolar.
De acuerdo con la investigación de Prado, los oficiales que entraron no tenían el equipo necesario para atender la situación de un atacante armado. El investigador indicó que los oficiales intentaron entrar al salón usando una herramienta, ya que no contaban con las llaves para abrir la puerta.
Prado habló de “breeching”, que es forzar la puerta con una herramienta para abrirla, y dijo que hay que saber cuánto tiempo toma hacerlo.
Además, explicó que el atacante podía ver el pasillo con una distancia de hasta 8 pies antes de que un oficial pudiera llegar a la puerta. “El pistolero podía ver a los oficiales, pero los oficiales no lo podían ver”, dijo Prado.
Incluso, justificó que los oficiales no podían disparar contra el salón, porque podía ser una violación severa, “hasta una violación de la ley”.
Tras darse a conocer los detalles de la investigación, especialmente cuando se indicó que Pargas no pudo crear un centro de comando por intentar controlar la multitud fuera del plantel, algunos familiares se salieron de la reunión.
